Pero los Bulls (derrotaron a los Knicks en cinco ocasiones en playoffs entre 1991 y 1998) y los Rockets, sus verdugos en la final del ’95, camisetas de baloncesto impidieron que los neoyorquinos consiguieran el anillo. La segunda es posiblemente la más dañina en términos de aparición del olor y ésta sí que puede tener difícil solución.